17 de diciembre de 2018


CARTA DE NAVIDAD

Este será un escrito diferente.
Quiero dar un respiro al Olentzero, a Papá Noel y a los Reyes Magos...
 Por eso, me he propuesto cambiar la dirección de mi carta de Navidad. Y su destinatario.
Quiero ser yo misma quien regale, y a la vez, me regale.
Aportando otra magia a estas fechas.
Os propongo escribir una carta, o cartas, a la persona o personas que queráis.
Contándoles lo que necesitéis.
Quizás una historia de amor, de perdón, de despedida…
O en la que tomes también una decisión.
Cuéntale lo bien que lo pasasteis en verano, que le echas de menos…
O cuéntale que gracias a los consejos que te dio todo empezó  a ir mejor.
O que te gustaría invitarle a un chocolate, y enamoraros.
Todo el mundo, estoy segura, tiene algo que decir a otra persona.
La mayoría de las veces pensamos que no encontraríamos las palabras para hacerlo. Pero no es cierto.
Si eres capaz de sentirlo, que es lo más importante, serás capaz de transmitirlo.
Tomate tu tiempo, y escribe esa carta.
¡Da vida a eso que guardas!
¡Hazte ese regalo!
Hacer sentir es algo maravilloso. Es un viaje de ida y vuelta. Libera y enriquece.
¿Os atrevéis a probar?
Yo os dejo la mía,a ver si así os entran más ganas :)
¡Feliz Navidad a tod@s y muchisimas  gracias!

A MI REINA MAGA

Querida Reina Maga,



Te escribo desde mi trinchera. De nuevo en campo de batalla.

Hubiera preferido, sinceramente, pedirte un cortado muy muy caliente en cualquier terraza,

y hablar de la vida que pasa.

¡Pero a ti te va más la marcha!

¡Y nos has vuelto a llamar a combate!

He traído toda la artillería, y también mis mejores galas.

Y aquí estoy, con ella también. Ya sabes, cuando se trata de ti , ¡No quiere perderse nada!

Y tranquila, prometo no desmayarme en caso de haber balas.


Pero antes de abrir filas, déjame que te cuente…


Quiero contarte que desde aquí, aún salvaguardándote, se te ve gigante.

Que la sospecha del enemigo te ha hecho más bella, si cabe.

Si.

No me mires así.

Se trata de un brilli brilli que te marca cuando has ganado la batalla.

Aunque ahora hayamos de nuevo desenfundado las armas.


La herencia de amor se te ve más clara.


Te miro y me enamoro.

Me enamoro porque me haces preguntarme cómo soy y a quién quiero parecerme.

Me enamoro de la forma de proteger, más allá de viento y marea, a tu camada.

De elegir por ellos las cicatrices que les quedaran de esta cruzada.


Legado innato de hermanas de sangre, lo llaman.


Te miro, y me enamoro.

Me enamoro también de la forma, tan humilde, que tienes de esconder el miedo bajo las sábanas.

De llorar sin pudor.

De enseñarnos que no hay damas de hierro, sino con alma.

Porque se puede vencer, siendo antes vencida.

Porque en no rendirse está la gracia.



Y si, esta guerra no es nada grata.

Y que la que más sufres eres tú, está clara.

Que el final nadie lo sabe, pero tampoco nos hace falta.



Nos has enseñado a disfrutar y a vivir, así que sigamos en ello con calma.


Que esto nos ha asustado, claro también está, pero a luchar con AMOR nadie nos gana.


Que de lecciones está hecha la vida. Y tú eres la maestra de muchas de las mías.



Te quiero tía.

  El gimnasio Llevo un jersey que no es mío , está limpio y me vale, los pantalones rojos de hace días y las zapatillas de deporte , las últ...