2 de abril de 2019



¡SUELTA!





No.

No tienes porqué sentirte mal por querer ser feliz.

Y no tienes porqué sentirte mal por ser así.

No arrastres culpas ajenas.

Ni te eches al lomo mantas de otros.

No creas que haces mal por querer salir de donde no te gustas.

Por romper lazos absurdos.

Por dejar atrás responsabilidades con nombre propio.

Para crecer, a veces, hay que soltar amarres.

Meterse más al mar.

Tomar decisiones de pocos amantes.

Y no.

Nada de eso es malo.

Nada de eso debe dañar.

La felicidad no debe ser reñida.

Debe ser de uno y a la vez compartida.

Porque cuando empiezas a elegir, empiezas a vivir.

Y para eso hemos venido…

  El gimnasio Llevo un jersey que no es mío , está limpio y me vale, los pantalones rojos de hace días y las zapatillas de deporte , las últ...