QUIÉN QUIERE A QUIÉN
A veces nos empeñamos
demasiado.
Nos empeñamos en que
funcione.
En que si, joe.
Que ese amor no está tan
descolorido.
Y lo pintamos.
Lo pintamos de excusas e
invisibles besos.
De cuerpos sin amantes.
Subiendo las puertas de
emergencia al trastero.
Viviendo de treguas.
De reproches eternos.
Y nos empeñamos, una y otra
vez.
Cambiando continuamente la
inercia.
Sin saber ya quién quiere a quién.
Dándonos igual este dolor desarreglado.
´´El martes fui yo y el miércoles tú´´
Por momentos, ciegos.
Buscando tapar así, quizás
sin querer, nuestros propios desvelos.
Nuestra verdad.
Haciendo del sufrimiento
nuestra escuadra constante.
Y del amor…
Del amor otra cosa.