DE REPENTE
Si, de repente fue.
De repente, al nombrarte en alto, se me quedó la emoción en
la garganta.
Atascada.
En mis pasos las ganas, una y otra vez, de volverte a ver.
Y la comisura llena de besos en guardia.
Me ruboriza contar cómo empezaron a ser nuestras las
miradas.
De repente pienso en ti en mañana.
Las ganas de planes.
La piel abierta cada vez más ante tu llamada.
Me gusta como vas dibujando en mi tu estancia.
Y como me mira todo ese amor que guardas.
Tranquilo y seguro llenando de paz mis espaldas.
Siento como caen mis amarres, y se abren mis ventanas.
Y no temo a lo que entre, si no a lo que alguna vez se vaya.
Porque de repente, tus abrazos me saben a casa.