9 de abril de 2020


PASMAROTES


Quería esperar para escribir.

Dejar que la batidora de dentro se calmara.

Y asegurarme, más si cabe, de que esto iba en serio.

Y si, muy en serio va. Si.

Tan en serio como que nos ha tirado el tablero entero.

Así. De un manotazo.

¡Zas!

Y el viernes, en dos segundos, dejó de ser tan viernes.

¡A tomar por culo todo!

En dos segundos el cielo pareció caerse.

En dos segundos lo tuyo dejó de ser tan difícil.

Y en dos segundos los viejos empezaron a ser más viejos.

Todo y nada. Nunca tan seguido. 

Buscaste alrededor,en la mirada de alguien, la respuesta a lo que estaba pasando.

Cifras sumando.

Todo cerrado.

Y tú allí, como un pasmarote.

Cuando ese rollo, hace nada, era cosa de chinos.

Y te da por replantearte cosas.

¡Como si este fuera el mejor momento!

¡Somos motitas de polvo, ya nos lo dijeron!

Lloras con los primeros aplausos.

Guardas la corbata del lunes, la ropa del gimnasio, cancelas la cena del sábado.

Van llegando las canas, la barba...Ponte bien el pijama.

Si.

Tienes miedo.

Yo también.

Un miedo de cojones.

Los fusibles se han fundido y la alarma sigue sonando.

Pero el miedo, ayuda.

Porque cuando aparece, casi siempre,es para contarnos algo. 

 Y ya que por suerte seguimos aquí...


















  El gimnasio Llevo un jersey que no es mío , está limpio y me vale, los pantalones rojos de hace días y las zapatillas de deporte , las últ...