PASMAROTES
Dejar que la batidora de dentro se
calmara.
Y asegurarme, más si cabe, de que esto
iba en serio.
Y si, muy en serio va. Si.
Tan en serio como que nos ha tirado el
tablero entero.
Así. De un manotazo.
¡Zas!
Y el viernes, en dos segundos, dejó de
ser tan viernes.
¡A tomar por culo todo!
En dos segundos el cielo pareció
caerse.
En dos segundos lo tuyo dejó de ser tan difícil.
Y en dos segundos los viejos empezaron a ser más
viejos.
Todo y nada. Nunca tan seguido.
Buscaste alrededor,en la mirada de
alguien, la respuesta a lo que estaba pasando.
Cifras sumando.
Todo cerrado.
Y tú allí, como un pasmarote.
Cuando ese rollo, hace nada, era cosa de chinos.
Y te da por replantearte cosas.
¡Como si
este fuera el mejor momento!
¡Somos motitas de polvo, ya nos lo
dijeron!
Lloras con los primeros aplausos.
Guardas la corbata del lunes, la ropa
del gimnasio, cancelas la cena del sábado.
Van llegando las canas, la
barba...Ponte bien el pijama.
Si.
Tienes miedo.
Yo también.
Un miedo de cojones.
Los fusibles se han fundido y la alarma sigue sonando.
Los fusibles se han fundido y la alarma sigue sonando.
Pero el miedo, ayuda.
Porque cuando aparece, casi siempre,es
para contarnos algo.
Y ya que por suerte seguimos aquí...