UNO 

Ser uno ya es mucho.

 

Es ser ahora y siempre.

 

Con lo nuestro.

 

Mirarse bien en el espejo.

 

Y sentir, de verdad, lo que somos. 

Y seguido, gustarnos.

 

Gustarnos mucho. 

 

Porque no hay nada más bonito.

 

Saberse las trampas.

 

Los laberintos.

 

Ser uno es la primera oportunidad que nos da la vida.

 

Un ensayo a cuidar.

 

A amar.

Y todo cómo lo aprendamos, así será después. 

 

Ser uno es más que simplemente ser. 

Es sumarse. 

Es crecer. 

Buscarse el lugar donde apagar el ruido.

Y que se empieza a oír el mar. 

Por eso, ser uno es siempre ganar. 

 

 

 UN NUEVO ENERO

 

Después de arrancar la hoja en el calendario, y mientras me sacudo la arena, pienso, de repente, que eres un nuevo Enero.

No sé cómo has llegado, con la que cae, pero ya estás aquí.

¡Lo tuyo es la exquisita puntualidad!

En parte, o solo esta vez, quizás llegues para cambiar las cosas.

Traes siempre propósitos, rutinas y lápices de colores en las mochilas.

Hueles a comienzos.

O quizás te hayas dado cuenta de que simplemente necesitamos volver a ser.

Volver un poco a las prisas llegando tarde.

Al café para llevar.

A la música en las calles.

Necesitamos una cuerda de la que tirar y que salga confianza.

Dejar de mirar de reojo a ver qué pasa.

No voy a negar que andamos con los costales jodidos.

Y buscándole sitio a este accesorio que nos tapa la cara.

Pero tú traes amor, que yo lo sé, y a nosotros nos sobran las ganas.

Volver a los jueves de poteo.

A los domingos de flores.

Eres como un nuevo Enero con ventaja y sin resaca.

                              TEM(n)ER

De repente el suelo se ha convertido en gravilla fina.

Y te ves algo desdibujado cuando te miras.

Nada es de uno, eso ya lo sabias.

Pero confunde no reconocerte, por momentos, en esta vorágine que no termina.

Parece que no llegas ahí donde te necesitan.

El miedo y las esquinas siempre han sido muy amigas.

Puede que no haya razón para este andar desarreglado.

O que haya mil escondidas bajo los hábitos.

Si.

También puede que seas aún un trazado, creyéndote paisaje.

O simplemente un ensayo de miedos en este ambiente nuevo.

No hay que temer.

Tranquila.

Solo aprende y respira.

                    VER (a) NOS 

En mitad de este revolver y alboroto.

De nostalgia.

Haciéndonos a esta realidad enmascarada.

Se van acercando ya  los días en los que volveremos a vernos.

Codo con codo.

Los días en los que yo, personalmente, me vuelvo un poco pequeña.

Quizás sea por ver de nuevo aquella escuela.

Por ese acento gallego que allí suena a recuerdo.

Los días en los que mirando al cielo las envíe un guiño.

´´¡Amigas, por todo lo vivido!´´

Los días en los que sola caminaré por mi infancia feliz.

Y se me  ponga el cuerpo de amor de verano.

Buscando estrellas fugaces que me reserven los deseos.

Se van acercando los días en los que reiremos con los nuestros.

De excesos.

De ese amor que nos envolverá los huesos. `

¡De verbena y gaita gallega!

Se van acercando esos días en los que si te atreves, y me besas, mi piel te sabrá a sal de pueblo.

                         
A LA VUELTA 

Nos faltan cafés a solas, tocarnos y mirarnos más allá que de pasada.

Ni siquiera nos hablamos.

No lo suficiente.

Necesitamos pedirnos menos y facilitarnos más.

Y parece mejor querer a alguien que quererse  uno.

Curioso, cuando el que no se va a marchar nunca eres tú. 

Nos merecemos que los perdones sean cada vez menos 

ajenos.

Un ´´Lo siento ´´ íntimo.

Aunque sea seguido de ´´  La has cagado, amigo´´

Si.

Que te quieras es tener la oportunidad de equivocarte.

Y la suerte es que a menudo no pasará nada.

La verdad es que acertar a la primera no tiene mucha gracia.

Y esas voces exigentes pocas veces socorren. 

Nos merecemos saber que el error también tiene su tiempo. 

Su parte en la fiesta. 

Necesitamos creer más en lo que hay aquí dentro, para sentir lo de fuera. 

Saber que la vida sigue  a la vuelta.