(Escrito emitido en Radio Nervión)

PARECE QUE VOLVEMOS

Y yo prefiero que sea con energía.

Bajo este foco temeroso, pondré mi especial cuidado.

Me querré y os querré bien.

Los héroes nos envían el testigo.

Les debemos hacerlo bien.

Y así lo haremos.

Somos fuertes. Y lo sabes.

Dime sino quien ha aguantado, quien ha aplaudido todas las tardes, 

quien ha hecho deporte, y tartas, y panes…todo este tiempo.

Hemos aprendido a parar.

¡Si nos hemos reinventado!

Lo tenemos más fácil, más informados, más descansados.

Nuestra recarga ya es de otro color.

Nos han dado el relevo, y debemos seguir.

Los barrios ya están subiendo sus persianas. Nos necesitan.

Todos en silencio andamos pidiendo auxilio.

Nos merecemos creer, confiar, amarnos, abrazarnos….

Nos merecemos, joder, una playa. Un mar.

Salgamos y que no sea lo que dios quiera.

Salgamos protegidos y protegiendo.

Tenemos haciendo cola miradas que a distancia esperan nuestro amor.

´´Madre, no llores que todo ha ido bien´´.

Salgamos.

E intentemos, en cada paso, dejar un poquito de ese miedo.

Algunos, cierto, ya no están.

Nos han robado ´´hasta luegos´´ y por momentos, nos han sobrado 

lágrimas.

Pero por ellos, que han dejado aquí sus ganas, debemos salir.

Salir y vivir.

Así que ir recogiendo, que esto ya se está poniendo en marcha.

PASMAROTES

Quería esperar para escribir.

Dejar que la batidora de dentro se calmara.

Y asegurarme, más si cabe, de que esto iba en serio.

Y si, muy en serio va. Si.

Tan en serio como que nos ha tirado el tablero entero.

Así. De un manotazo.

¡Zas!

Y el viernes, en dos segundos, dejó de ser tan viernes.

¡A tomar por culo todo!

En dos segundos el cielo pareció caerse.

En dos segundos lo tuyo dejó de ser tan difícil.

Y en dos segundos los viejos empezaron a ser más viejos.

Todo y nada. Nunca tan seguido. 

Buscaste alrededor,en la mirada de alguien, la respuesta a lo que estaba pasando.

Cifras sumando.

Todo cerrado.

Y tú allí, como un pasmarote.

Cuando ese rollo, hace nada, era cosa de chinos.

Y te da por replantearte cosas.

¡Como si este fuera el mejor momento!

¡Somos motitas de polvo, ya nos lo dijeron!

Lloras con los primeros aplausos.

Guardas la corbata del lunes, la ropa del gimnasio, cancelas la cena del sábado.

Van llegando las canas, la barba...Ponte bien el pijama.

Si.

Tienes miedo.

Yo también.

Un miedo de cojones.

Los fusibles se han fundido y la alarma sigue sonando.

Pero el miedo, ayuda.

Porque cuando aparece, casi siempre,es para contarnos algo. 

 Y ya que por suerte seguimos aquí...

QUIÉN QUIERE A QUIÉN 

A veces nos empeñamos demasiado.

Nos empeñamos en que funcione.

En que si, joe.

Que ese amor no está tan descolorido.

Y lo pintamos.

Lo pintamos de excusas e invisibles besos.

De cuerpos sin amantes.

Subiendo las puertas de emergencia al trastero.

Viviendo de treguas.

De reproches eternos.

Y nos empeñamos, una y otra vez.

Cambiando continuamente la inercia.

Sin saber ya quién quiere a quién.

Dándonos igual este dolor desarreglado.

´´El martes fui yo y el miércoles tú´´

Por momentos, ciegos.

Buscando tapar así, quizás sin querer, nuestros propios desvelos.

Nuestra verdad.

Haciendo del sufrimiento nuestra escuadra constante.

Y del amor…

Del amor otra cosa.

               

DILUIDOS

No tenemos ni idea.

Esa es la verdad.

La mayoría de las veces no sabremos cómo va esto.

Creemos que si, que lo tenemos todo bajo control, que la última será nuestra decisión.

Pero no es verdad.

La única verdad es que constantemente nos creamos miedos por si falla el salvavidas.

Desvelos sin sentido alertando de un futuro poco real.

El mismo que construimos a base de por si acasos.

Creyéndonos así expertos, felices y hasta valientes.

´´Que si esto, que si lo otro…´´

Pero no es verdad.

Porque no habrá por si acasos  cuando la vida se ponga sería.

Ni reservas.

No sabremos nada.

Y será ahí cuando toque ocuparse.

Porque ya no habrá, sencillamente, nada más de qué preocuparse.

Desaparecerá este juego de niños que nos traemos.

Dejándonos diluidos por un tiempo.

Y entenderemos, entonces, que la vida, y sus cosas, suele alcanzarnos sin aviso.

NOSOTROS 
 

No.

No somos tan importantes.

Ni tú , ni yo, ni que te hayan dejado.

Ni tu foto de perfil.

Ni ese enfado tonto con tu padre.

Ni lo que ayer nos sentó mal.

No.

Tampoco ser madre es lo más importante.

Ni mucho menos lo único.

No somos universo.

Ni movemos el mundo.

Porque nada será tan grave mientras sigamos mirándonos.

Se nos olvida que con estar vivos debería bastarnos.

Que seremos polvareda.

Que algún dia dejaremos de estar en la vida de otros.

Se nos olvida que los dias pasan,  más de lo que pesan.

Así que no.

Lo siento.

Lo que (nos) pasó no es tan importante.

Quizás, en verdad, todo debería ser más fácil.

Empezando por nosotros…